Dejar por amor

"Te amo pero te dejo"

 

Cuando el amor, de la relación, se hace irracional y nos apega a una relación enfermi­za, ¿qué hacemos? ¿Aguantar hasta no dar más? ¿Soportar hasta que la relación se fracture por sí misma? ¿O hacer a un lado al ama­do/a?

 

Si la relación nos hace sufrir, no hay que esperar a desenamorarse. La salida es romper el vínculo por propia elección.

 

Cambiar el afecto por desafecto no es fácil de lograr. No se puede eliminar un sentimiento por decreto. ¿Quién puede anular la emoción sin dolor, con sólo proponérselo?

 

Dejar a una persona aunque nos duela, entendemos que no es fácil. Pero cambiar el dolor de su presen­cia por el dolor, saludable, de su ausencia es más sabio. Es lo que haría un adicto que quiere de la droga o un alcohóli­co que quiere dejar la bebida: se precisa de determinación, autocontrol y constancia. ¿Qué motiva ese dejar, saludable? El amor por uno mismo/a.

 

-"Te dejo, porque tengo que ha­cerlo", así rompió el silencio incómodo que había en el ambiente. Después agregó: -"No porque no te quiera, sino porque no me convienes: siento que esta relación me estanca como persona; siento que mi potencial no podrá desarrollarse; siento que se alte­ra mi humanidad. Por esto no voy a esperar a desenamorarme para alejarme, voy a hacerlo aho­ra pese al amor que siento por ti".

 

El apasiona­miento, el deseo, el sen­tido de posesión, la apetencia que nos inclina hacia alguien, y nos despoja de toda lógica, no nos abandonarán en la transición de nuestra ruptura.

 

¿Cómo desenamorarse a voluntad? En algunas culturas, el hombre puede separarse de la mujer con sólo golpearse el pe­cho y decir tres veces consecu­tivas: "Me separo de ti". Así de sencillo. Pero no dicen, ni pueden: "Me des­enamoro de ti".

 

Nadie posee esa cualidad ni ese poder. ¿Qué hacemos, entonces? La determinación, el autocontrol y la constancia harán que se echen las primeras raíces para una situación nueva. Después, nos cabe esperar a que el tiempo se encargue de los detalles.

 

Muchas veces, el corazón no es sensato; entonces, hay que ayudarle con el cere­bro. La pasión es una condición necesaria, para mantener viva la relación de pareja pero, no es suficiente ni justifica un amor que causa dolor y sufrimiento. Vale aclarar que al decir "dolor y sufrimiento", no necesariamente es en el aspecto físico, sino en lo interno; dolor y sufrimiento, por no poder transitar el rumbo hacia la realización personal.

 

-"Te amo, pero te dejo", me dijo. Al principio no lo entendí. Por sus lágrimas, percibí que necesitó mucha fuerza de voluntad para hacerlo; esa misma fuerza es la que necesitaba yo, ahora.

 

El Equipo de PsicoAyuda

 

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