Atracón de comida

¿En qué consiste?

 

Se denomina, trastorno por atracón, cuando hay una ingesta compulsiva en repetidas ocasiones.

 

La persona ingiere una cantidad de comida muy superior a la que comería en otro momento y, después, experimenta sentimientos de culpa y de vergüenza, acompañados de dolor de estómago. El atracón no es por hambre, sino debido a algún malestar o inestabilidad emocional que produce ansiedad. Por lo general, ocurre por la tarde-noche y en soledad; aunque si por alguna razón, la persona quiere llamar la atención, habrá otros presentes.

 

A diferencia de aquellas personas que padecen bulimia, después del atracón no hacen por compensar la ingesta induciendo el vómito, ni purgándose, ni con ejercicios físicos intensos; debido a esto, obtendrán un sobrepeso y, después, obesidad.

 

 

Al igual que los demás trastornos de la conducta alimentaria, las afectadas son principalmente mujeres. Un 3 o 4 por ciento de la población lo padece, apareciendo en una franja de edad de entre 23 a 25 años.

 

¿Cuáles son sus causas?

 

Podemos decir que, al igual que los otros trastornos de la conducta alimentaria, hay múltiples causas dependiendo de cada persona.

 

A nivel personal, puede haber una predisposición biológica a adquirir o perder peso, un patrón familiar que lleve a este tipo de conductas, o, más en lo personal, falta de autoestima, ansiedad, dificultades en las relaciones interpersonales, no gestionar correctamente el estrés, etc.

 

En el plano familiar, los motivos pueden remontarse a abusos sufridos en la infancia, abandono, conflictos mantenidos en la familia, peleas entre los padres, etc.

 

Y en el aspecto social, las causas del atracón pueden identificarse debido a la presión cultural que existe alrededor de la figura delgada, acoso escolar (bullying); aunque estos motivos son más significativos en aquellos que padecen bulimia y anorexia, más que en el trastorno por atracón.

 

¿Cómo se presentan los atracones?

 

Durante el episodio de atracón hay una sensación de falta de control sobre lo que se ingiere y la cantidad de alimentos, como ya lo mencionamos, es superior a lo que ingeriría normalmente. Los alimentos que se ingieren durante los atracones son aquellos que producen una mayor gratificación: dulces, alimentos ricos en hidratos de carbono y grasas.

 

Es atracón, cuando se caracterizan por tres o más de estos hechos:

·         Comer grandes cantidades de alimentos.

·         Comer rápidamente.

·         Comer hasta sentirse lleno.

·         Comer solo por vergüenza.

·         Después de comer, sentirse culpable, deprimido o avergonzado.

·         Malestar intenso respecto a los atracones. 

·         No tener comportamiento compensatorio (vómitos, purgantes, ejercicios).

¿Se puede prevenir?

 

El trastorno por atracón puede prevenirse en la niñez…

·         Inculcando la importancia de una alimentación saludable.

·         Promoviendo una imagen corporal positiva. 

·         Fomentando la educación emocional desde la infancia. 

·         Evitando el maltrato asociado al peso en el ámbito escolar. 

·         Enfatizando que para adelgazar no hay que dejar de comer. 

 

·         Alertando sobre dietas y conductas para controlar el peso.

 

Diagnóstico 

y tratamiento

 

Por lo general, el endocrino detecta el trastorno, cuando los atracones de dan una o más veces por semana, durante tres meses; y éste, o el médico de cabecera deriva al psiquiatra. De ahí en más la persona será tratada por un equipo compuesto por psicólogo, psiquiatra, nutricionista y médico de cabecera.

 

El equipo multidisciplinario buscará abarcar diversos aspectos del paciente:

·         Control emocional y alimentario.

·         Revisión de hábitos y rutinas poco saludables.

·         Proveer de recursos para superar la ansiedad y el estrés.

·         Orientar en cuanto a lo familiar y social.

·         La terapia psicológica puede ser tanto individual como grupal.

 

La terapia psicológica puedes ser tanto individual como grupal. En cuanto a la terapia farmacológica, se emplean fundamentalmente antidepresivos y ansiolíticos para controlar la impulsividad.

 

·         ¿Quieres compartirnos tu experiencia?

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